miércoles, 10 de octubre de 2012

EMOTIVO BESAMANOS DEL ROSARIO...CON ESTRENO

Siete años de espera se tienen que dar para que el 7 de octubre, día del Santo Rosario, coincida en festividad dominical, y por tanto, con la Función y Besamanos de nuestra Titular. Una conjunción esperada que encierra en si misma mas trazos de historia de lo que cabe imaginar.

Volvimos a rendir culto al Rosario, besando sus manos en nuestro especial rincón del Arenal, tras siglos de devoción dominica, tan impregnada a la historia de Las Aguas, pareciendo que no hubiese fundación mas señalada por el destino que la de nuestras Hermandades, del Cristo de las Aguas y de Nuestra Señora del Rosario.

441 años antes, el Papa Pío V se encontraba rezando el Santo Rosario para rogar la intercesión de María ante uno de los momentos más importantes de la historia de la cristiandad. El 07 de octubre de 1571 quedará marcado por la milagrosa victoria cristiana en la guerra de Lepanto en donde, las tropas españolas comandadas por Don Juan de Austria, que igualmente invocaron a la Virgen mediante el universal rezo del Santo Rosario, lucharon para alzar una victoria milagrosa e inesperada por preparación y número frente a las tropas musulmanas, turcas principalmente, que estaban dispuestas a invadir Europa (y que se alcanzó, casualidades de la vida, a las 7 de la tarde),

A raíz de tal efeméride, se consideró a la Virgen del Rosario protectora de nuestra religión, añadiéndosele a las letanías de su rezo la jaculatoria "Auxilio de los Cristianos", y quedando así institucionalizada la festividad del Rosario en la fecha que conocemos.

El pasado domingo, los vecinos de la antigua Resolana, hoy Barrio del Arenal, renovamos nuestra fidelidad en nuestra cita anual con nuestra Señora del Rosario, para rogar su protección ante las guerras del siglo XXI que diariamente nos acosan. Así, nuestra Titular letífica bajó del altar, para acercarse a nuestros hermanos y vecinos, escuchar nuestras plegarias y protegernos con su manto.

En tan señalado día, la Corporación ha querido regalar a la Santísima Virgen la restauración de su ráfaga, procediendo al plateado de la misma, fijándosele las estrellas y, además, enriqueciéndola en su parte trasera por el orfebre Jesús Dominguez, ya que la ráfaga era solo de una vista.

De esta manera, la Virgen del Rosario ha podido estrenar un anhelo de todos sus hijos, en un día tan emotivo y especial...que solo se repite cada siete años.