miércoles, 22 de febrero de 2012

MIÉRCOLES DE CENIZA. UNA NUEVA CUARESMA

Foto: Carlos Jordán.
       El recuerdo aún de los últimos mantecados, el frío siberiano que nos ha azotado durante febrero y esas hojas del calendario que cada día se nos olvida arrancar quizás hayan distraído nuestra atención para impedirnos percibir la cercanía del miércoles más señalado del año.

       No hay nada más constante que el paso del tiempo y así, sin cesión de continuidad, hemos entrado en una nueva Cuaresma. Un tiempo de preparación a la Semana Santa como definición conceptual y espiritual, y un tiempo de víspera según la definición que Sevilla le suele dar a su cosas. La mas larga de todas, cuarenta días, no menos.

       En esta ciudad, especial como ella sola, la víspera forma parte de la fiesta y no hay fiesta que se precie sin su respectiva víspera, multiplicando por infinito la proyección de nuestras tradiciones y la pasión de quienes las viven.

       Nos podemos sentir orgullosos de ver como, en los tiempos que corren, se cuentan por decenas los vía-crucis públicos, por centenas los cultos que nacen en torno a Jesucristo y su Bendita Madre, de quien nunca Sevilla se olvida, y por miles los hermanos que hacen protestación pública de su fe; siendo mas necesario que nunca que no perdamos el sentido de la víspera.

       La cuaresma nos permite volver a nuestras raices, y la imposición de la ceniza que cada año revivimos en Nuestra Capilla del Rosario, es una nueva oportunidad para acercarnos a Cristo, a tu Hermandad, a la tradición que hemos heredado de nuestros padres, sin olvidar nunca que POLVO SOMOS, Y EN POLVO NOS CONVERTIREMOS.