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| Foto: José A. Caballero. |
Estamos en la semana posterior a Semana Santa, quizás la mas nostálgica del año, en la que toca volver la vista a atrás para recordar lo vivido, y mas este que, quizás por la aciaga meteorología, todo parece ya tan lejos.
Queremos traer a este rincón, recuerdos de tantos momentos que hemos disfrutado durante esta cuaresma y sobre todo durante la semana que todo el año esperamos, y que esta vez se nos ha esfumado sin tomar conciencia de ella.
Y en este particular, empezamos por la visita que cada Domingo de Ramos nos hace a nuestra Corporación la vecina Hermandad de Jesús Despojado, en su discurrir, de regreso a casa, por la calle Dos de Mayo.
Como cada año, sus titulares encararon la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, y tras el rezo de un Padrenuestro ante el paso de misterio y de un Ave María ante el paso de palio, esta Real Hermandad y Archicofradía agradeció la deferencia depositando un ramo de flores a los pies de María Santísima de los Dolores y Misericordia.
Un bello momento, que para nada hacía presagiar la convulsa semana que nos esperaba, y en el que dos calas, una morada de Nuestro Padre Jesús Despojado y otra blanca de su Bendita Madre, durmieron a los pies de nuestros Sagrados Titulares como símbolo de la fraternal relación entre ambas Corporaciones.
